Es una suerte de poema coreográfico con una temática que trata del cuerpo humano, el vacio y el espacio escénico.
Su escena inicial es ya una metáfora, con la intétprete enfrentada al vacio, todo su cuerpo sujeto a la gravedad, como una especie de crisálida en plena metamorfosis.
La danza toma forma a partir de estas sensaciones, primero segmentada para completarse envuelta en la líquida fluidez del organismo humano.
Reconocimientos
G, como caido del cielo, premiado como Mejor Espectáculo de Danza en los Premios de las Artes Escénicas de la Generalitat Valenciana 2006.